El Mundial de Qatar 2022 ha sido la competición deportiva con mayor número de trabajadores fallecidos en la construcción de infraestructuras, llegando a aproximadamente 7,000 trabajadores. Este evento se llevará a cabo en un país donde las mujeres están sometidas al entrenamiento masculino, la homosexualidad es perseguida y castigada con prisión, se permite la tortura de prisioneros y se prohíben derechos fundamentales como la libertad de unión, expresión, conciencia y reunión. Los jeques de Qatar han utilizado su dinero para comprar influencia política, deportiva y en el mercado, intentando blanquear una teocracia sin libertades que es gobernada por un autócrata. Esta situación ha sido bienvenida por Estados occidentales cínicos y sus medios de comunicación. Fonsi Loaiza revela la red internacional de intereses que se entrelaza con nuestras instituciones y empresas, destacando la corrupción y decadencia que permitieron la celebración de este evento, que será recordado como uno de los episodios más infames en la historia del juego.