En una tarde de junio de 1942, en el París ocupado, la Gestapo arrestó a César González-Ruano, periodista español y aspirante a marqués, desencadenando un enigma que aún plantea preguntas en el Madrid literario de la posguerra. Durante setenta y ocho días fue retenido en la prisión militar de Cherche-Midi, siendo interrogado de manera simbólica por un hombre que previamente había elogiado la esvástica desde 1933. En sus memorias, Ruano declaró que su detención no se debió a un robo de relojes, dejando así en el aire las incógnitas que rodean su enigmática detención.