En esta obra se aborda la compleja y contradictoria relación entre la fe religiosa, el clero y el Estado-nación mexicano, ofreciendo una visión única sobre el tema. Se analizan los problemas del período y las controversias que surgieron al intentar definir una república liberal y católica durante la primera propuesta de constitución mexicana. Estos estudios muestran cómo las crisis no resueltas llevaron a la evolución del pensamiento mexicano y a la búsqueda de una solución definitiva para la relación entre la religión y la patria de los ciudadanos. Se destaca la importancia de La Reforma como una solución práctica de gestión ante esta situación, llenando así un vacío significativo en la comprensión histórica.