En su libro «(Mal) Educadas», María Florencia Freijo aborda la historia de las mujeres y cómo la educación, tanto formal como informal, ha moldeado sus roles a lo largo de los siglos. Destaca cómo hasta finales del siglo XIX las niñas no tenían acceso a la educación formal y eran educadas únicamente para ser «buenas» en roles como esposas, madres, hijas, entre otros. Freijo sostiene que esta educación inorgánica ha dejado un fuerte impacto en las mujeres, limitando su poder y sus posibilidades. A través de una perspectiva histórica aguda, la autora explora el concepto de «mala educación» y cómo ha contribuido a la perpetuación de estereotipos negativos sobre las mujeres. Freijo argumenta que solo a través del conocimiento se puede cambiar este mandato y permitir a las mujeres escribir su propia historia de forma más libre y consciente.