La burguesía, además de ser la hegemonía de su narrativa histórica, se dice que derrotó al absolutismo y llevó la libertad política y económica al surgimiento de las democracias actuales. La historiadora marxista Ellen Meiksins Wood examina el comienzo del capitalismo temprano en Inglaterra, durante la transición de la Edad Media a la llamada Modernidad, en su revisión del «paradigma burgués». Se centra en las diversas corrientes historiográficas que surgieron en respuesta a la crisis de los años 1970 en Gran Bretaña, buscando explicaciones para el declive económico aparente. En su análisis, Wood cuestiona la relación entre democracia y capitalismo, argumentando que no necesariamente son incompatibles estructuralmente. Para ella, la clave del capitalismo es la transición de la propiedad y los ingresos de una forma política a un régimen económico. Concluye que la verdadera liberación no viene del progreso capitalista, sino de la lucha política y social.