En este libro, el afamado historiador y escritor galés ha marcado un hito al destacar la relevancia de la prensa popular, el idioma inglés y los lectores en la configuración de la cultura no solo inglesa, sino occidental en su conjunto. Sus argumentos han revolucionado la manera en que críticos e intelectuales entienden y definen la cultura, además de ser clave en el surgimiento de los estudios culturales como disciplina independiente. Este trabajo también ha sido fundamental para fomentar una corriente teórica que imagina nuevos y alternativos mundos a partir de las prácticas culturales y sociales presentes en lugares como fábricas o supermercados.