Esta obra, considerada como un referente en su área, sigue siendo relevante después de más de tres décadas desde su publicación original. El término «doble turno», acuñado a raíz de este libro, describe el trabajo doméstico realizado en conjunto con el trabajo remunerado en el sector formal. Hochschild y su equipo de investigación llevaron a cabo entrevistas con cincuenta parejas y observaron una docena de hogares entre los años 1970 y 1980, con el fin de analizar la brecha de ocio entre hombres y mujeres. Los hallazgos muestran que, a pesar de incorporarse al mercado laboral, las mujeres continúan asumiendo la mayoría de las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos. Esta «doble jornada» impacta en las parejas, generando sentimientos de culpa, tensiones matrimoniales, falta de interés sexual y de descanso. Por otro lado, el libro destaca las historias de hombres que comparten equitativamente las tareas del hogar y el cuidado de los hijos con sus parejas, demostrando que, aunque es poco común, es una realidad para algunas parejas. La investigación también muestra una clara división en las preferencias ideológicas de género y clases sociales. Sumando el tiempo dedicado al trabajo remunerado, cuidado de los hijos y tareas domésticas, se descubrió que las madres trabajadoras laboraban un mes más al año que sus parejas.