En la democracia, no solo encontramos complejidad, sino también contradicción. Es el lugar donde convergen todos los ideales políticos de la modernidad, donde chocan impulsos opuestos como identidad y pluralidad, liderazgo y oposición, libertad e igualdad, soberanía y tolerancia, participación y vigilancia. El conflicto no es algo fortuito en la democracia, sino que forma parte de su esencia. En nuestro país, la construcción de este sistema político sigue en marcha, pero se vislumbran señales preocupantes de su posible deterioro prematuro.

Según Jesús Silva-Herzog Márquez, el rechazo a la contradicción es la causa principal de este potencial fracaso. Los gobiernos alternativos buscan establecer una democracia basada únicamente en la competencia electoral, sin tener en cuenta la legalidad, lo cual ha llevado a problemas de corrupción y violencia. Estos fracasos han abierto las puertas a una nueva y peligrosa forma de simplificación política: el populismo. Este ensayo critica de forma urgente la situación política actual, pero también reflexiona profundamente sobre la naturaleza de la democracia y el panorama político de México.