Rechazar las orgías de la ideología humanista no es lo mismo que caer en la posmodernidad. Del mismo modo, defender la verdad no implica caer en el dogmatismo. La sonrisa del gato de Alicia en el País de las Maravillas frente al cuerpo, o el deseo de los esclavos liderados por Espartaco de volver a casa, demuestran que la eternidad puede encontrarse en los espacios entre lo normal. Aquellos que buscan el signo de la conciencia en un evento que cuestiona la verdad, al igual que aquellos que valoran la universalidad a través de la particularidad, consideran irracional el pesimismo en el pensamiento contemporáneo. Frente al actual clima homogeneizador de comercio de bienes, información y significados, el concepto de arresto de la verdad defendido por Badiou ha inspirado a sociólogos y profanos. Es el deseo de la filosofía, más que cualquier manifestación metafísica, el que nos mantiene alerta a lo verdadero, utilizando símbolos e imaginación como armas. El lanzamiento de un pensamiento como un juego de dados, para desencadenar acciones de cambio en la realidad, es una característica que distingue a aquellos que trabajan con contradicciones en lugar de identificar a sujetos, tiempo o lugar específicos. Esto separa al sujeto honesto de los sujetos oscuros y reactivos.