La izquierda en México, ya sea oculta o institucional, partidista o alternativa, sindicalista o académica, revolucionaria o reformista, desempeña un papel crucial en la vida del país. A lo largo de la historia, desde el socialismo decimonónico en América Latina hasta las luchas de los partidos actuales, incluyendo el comunismo, la guerrilla y las organizaciones de la sociedad civil, esta corriente política ha experimentado una evolución diversa pero marcada por estaciones clave que revelan sus raíces y su constante búsqueda de un cambio duradero.

A pesar de las críticas que afirman que la corrupción ha corrompido todas las expresiones políticas modernas, Carlos Illades destaca que la izquierda mexicana mantiene una identidad propia definida e inconfundible. Su futuro es tanto esperanzador como incierto, pero su importancia en el intercambio de ideas y en la construcción de un país más justo sigue siendo innegable.