En este libro, Cédric Durand nos explica cómo las turbulencias en los mercados financieros no solo se deben a la inmoralidad de los agentes, errores en la teoría económica o la falta de regulación, sino que tienen su origen en la naturaleza del valor financiero. Durand argumenta que el desarrollo del «capital mítico» es en realidad una apropiación de nuestro futuro, y que la búsqueda de «estabilidad financiera» sigue beneficiando a los ingresos actuales. El capital ficticio, por tanto, nos ayuda a comprender el papel de los mercados en la sociedad y nos guía en la lucha contra las finanzas. Además, ofrece una crítica al pensamiento de Thomas Piketty, que Durand considera que limita la comprensión de la singularidad del capital financiero y sus mecanismos dominantes.