En México, el sistema político, el derecho y su ordenamiento jurídico se encuentran en crisis debido a su ilegitimidad y falta de respeto al principio de legalidad, que es fundamental para el Estado de derecho. Esta crisis ha afectado a toda la estructura del Estado y la sociedad mexicana ha sufrido las consecuencias.

La ineptitud de los que ostentan el poder público ha provocado grietas profundas en el sistema político, mientras que la derecha ha sido subestimada no solo por los funcionarios, sino también por los ciudadanos que no reconocen su importancia en sus vidas individual y social. La ineficacia de las leyes ha llevado a la continua destrucción de las instituciones estatales, ya que carecen de credibilidad y confianza.

Estos son algunos de los problemas que enfrenta el país y que se abordan en este libro. Es necesario establecer una nueva relación entre la sociedad y el Estado, en la que los sistemas político y jurídico se reconcilien y acuerden un objetivo común para avanzar juntos hacia una verdadera democratización, basada en el respeto a la legalidad.

Para lograr la legitimidad ante los gobernados y establecer un derecho democrático, es fundamental que las instituciones del Estado estén al servicio de los ciudadanos, ya que fueron creadas con ese propósito. La implementación de un derecho democrático implica la democratización inmediata de los sistemas políticos y jurídicos mexicanos, para que actúen en beneficio de los ciudadanos y respondan a las causas populares.

En resumen, es necesario revalorizar el derecho con un enfoque social y garantizar que los gobernados tengan un papel fundamental en la toma de decisiones para construir una sociedad más justa y equitativa.