En agosto y septiembre de 2012, un grupo de cien mexicanos, familiares de víctimas de la guerra contra el narcotráfico, emprendió un viaje de más de once mil kilómetros por Estados Unidos. Su objetivo era expresar su dolor ante los responsables del conflicto y establecer lazos con organizaciones de sobrevivientes y otros familiares afectados por la violencia. Su meta era contribuir a poner fin a la violencia. El periodista Diego Osorno acompañó a la Caravana por la Paz para documentar en tiempo real este acto de valentía. A través de estas páginas, narra un hecho sin precedentes: la confrontación de los heridos con los causantes de la desgracia que azota al país. Además, describe al líder del movimiento, el poeta Javier Sicilia, como un símbolo de resistencia y defensor de la causa, una luz en medio de la oscuridad, un consuelo para aquellos que sufren. Esta crónica relata las experiencias, caminos, encuentros y desencuentros de personas que mantienen una esperanza inquebrantable, que alzan su voz en contra de la injusticia y demandan la paz que tanto anhelan y que se les ha negado durante tanto tiempo.