Hace veinte años, el comunismo resurgió en el territorio de los vencedores de la Guerra Fría. Esta ironía, relacionada con el Manifiesto Comunista, muestra cómo la cultura occidental ha reciclado la iconografía del Imperio caído, ya sea a través de variaciones en el Manifiesto Comunista, la nostalgia de Berlín, la propiedad como medida absoluta de la vida en Occidente o la deriva autoritaria del estalinismo de mercado que se extiende por todo el mundo.

En medio de la caída del Partido Comunista y la expansión de la tecnología de los ordenadores personales, surge un retorno que se refleja en protestas recientes, movimientos sociales y críticas a una democracia en decadencia. La debilidad de una cultura que necesita a su Enemigo para existir y al mismo tiempo teme su retorno se ve enfrentada a la posibilidad de cambio representada por el triángulo crítico de Transparencia Reconstrucción Solidaria, propuesto por Iván de la Nuez como una alternativa a la trilogía Libertad Igualdad Fraternidad que formó la base de la política occidental y que derribó el Muro de Berlín.