En la sociedad actual, la idea de progreso, que solía ser la base de nuestras esperanzas, se ha desgastado. Los niños ya no esperan superar a sus padres, mientras que los escenarios distópicos se hacen cada vez más presentes en nuestra conciencia colectiva. A pesar de los avances tecnológicos, vivimos en una época oscura marcada por la crisis en las piscifactorías, el aumento de los niveles de CO2 y las fallas en las plantas nucleares que emiten vapores radiactivos. Aunque producimos más alimentos que nunca, la desnutrición y el hambre persisten en muchas partes del mundo. La depresión clínica y el suicidio aumentan drásticamente en los países desarrollados, mientras que la obesidad y la depresión infantil están en alza.

En este contexto desalentador, es crucial mirar hacia atrás para vislumbrar un futuro más esperanzador. En su libro «Civilized to Death», Ryan nos invita a reflexionar sobre los efectos mortales de nuestra sociedad actual y a considerar una visión multidisciplinaria y científica para encontrar un camino hacia adelante. Es hora de buscar en el pasado las lecciones que necesitamos para construir un futuro mejor.