Con la migración de 1,3 millones de personas a las ciudades cada semana, es posible que en solo 30 años más de 6 mil millones de habitantes se concentren en 21 grandes ciudades. Esta tendencia plantea preocupaciones sobre la gestión de recursos naturales, transporte, vivienda y servicios, dando lugar al surgimiento del movimiento de las Smart Cities. Estas ciudades priorizan la racionalidad y eficiencia en la gestión, utilizando tecnologías de la información y comunicaciones. Sin embargo, también es importante considerar el impacto en la calidad de vida de los habitantes, incluyendo la distribución de bienes sociales, aumento de desigualdades, amenazas climáticas, contaminación del aire y agua, y su efecto en el bienestar social y la salud de las personas, como lo sugieren las Ciencias Sociales y Ambientales.